El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA) conmemora hoy el día de Santa Apolonia. Será la primera vez que no haya, en torno a esta celebración, actos deportivos, institucionales, sociales o religiosos, que quedan pospuestos para cuando remita la crisis sociosanitaria en la que estamos inmersos. Hoy, los dentistas recordamos ante nuestra Patrona a todas las personas que nos han dejado durante este año de pandemia y especialmente rogamos por nuestros compañeros fallecidos. 

La santa mártir

¿Quién fue Santa Apolonia? La Patrona de los dentistas vivió entre el siglo II y III después de Cristo en Alejandría (Egipto) y falleció en el año 249. Es venerada en la iglesia católica y su festividad es el 9 de febrero. Entre sus atributos destaca una palma y una tenaza con dientes. 

 

Santa Apolonia fue mártir. Murió en su ciudad natal durante un levantamiento local contra los cristianos. Antes de morir quemada en una hoguera fue martirizada con la extracción violenta de todos sus dientes y por ello es considerada la Patrona de la Odontología. 

 

En la Edad Media solía decirse que cuando alguien padecía dolor de muelas se rezaba a Santa Apolonia y el dolor desaparecía.

 

Transcurrían tiempos difíciles para los cristianos en una época romana en la que eran frecuentes las activas persecuciones religiosas y de mártires por la fe cristiana. Bajo el mandato del emperador Filipo El Árabe, la premisa era perseguir, represaliar y torturar a los cristianos y así se hacía en Alejandría (parte oriental del imperio). 

 

En unas de esas acciones de ataque, los soldados capturaron a Apolonia, una mujer virgen de avanzada edad y la torturaron con el objetivo de que se arrepintiera de su fe cristiana, pronunciase blasfemias contra Jesucristo y adorase a los dioses paganos. 

 

Sin embargo, ella se negó y padeció la ira de la turba alejandrina. En uno de los crueles golpes perpetrados con martillos que sufrió perdió buena parte de sus dientes y los restantes le fueron arrancados como tortura. Su perseverancia en defender la fe enojó más a sus atacantes y éstos la amenazaron con la hoguera pero Apolonia no se amilanó.

 

Momentos antes del final pidió a sus torturadores que le soltaran las manos haciéndoles pensar que iba a reconsiderar su decisión. Sin embargo y para sorpresa de los soldados, ella misma se lanzó al fuego (según San Agustín por deseo del Espítitu Santo) de la hoguera para no renunciar a su religión. 

 

Dicen los escritos que mientras Apolonia estaba bajo el fuego espetó a los presentes que cuando sufrieran de problemas y dolencias dentales, invocaran su nombre, pues ella intercedería ante Dios para aliviar sus penas. Sin embargo, la leyenda no se queda ahí y asegura que Apolonia no se quemó y permaneció con vida dentro de la hoguera (protegida por Dios), razón por la que finalmente optaron por degollarla para darle muerte. 50 años después Apolonia se convirtió en Santa Apolonia ya que fue canonizada por su entrega y abnegación cristiana.

 

Años más tarde su figura cayó en el olvido y no fue hasta el  siglo XIV cuando vuelve a emerger en la liturgia católica. Desde entonces es a ella a quien se la invoca contra el dolor de muelas y es considerada como la patrona de las enfermedades dentales al tiempo que de los odontólogos. La iconografía de Santa Apolonia se representa con unas pinzas que sostienen un diente o con un collar en el que pende un diente de oro. Su festividad se celebra el 9 de febrero.

 

 


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